La rótula desempeña una importante función biomecánica en las actividades de la articulación de la rodilla. Si se extrae el hueso, el ligamento rotuliano está más cerca del centro de movimiento de la rodilla, acortando el brazo de palanca para la extensión de la rodilla. De esta forma, el cuádriceps requiere un 30% más de fuerza muscular de lo normal para extender la rodilla, lo que supera la resistencia de la mayoría de los pacientes, especialmente los ancianos. Por lo tanto, después de una fractura de hueso, es necesario restaurar su integridad tanto como sea posible.
¿Cuáles son las causas de las fracturas de rótula?
La violencia actúa directamente sobre la rótula. Por ejemplo, al caer de rodillas, la rótula golpea directamente el suelo, provocando una fractura. Debido a la fuerte tracción de los músculos, como para evitar caer al suelo, los músculos cuádriceps se contraen violentamente para mantener la estabilidad del cuerpo, desgarrando la rótula. La violencia directa a menudo resulta en fracturas; la violencia impulsada por los músculos a menudo resulta en fracturas transversales de la rótula. Dependiendo de la postura y el tono muscular en el momento de la lesión, pueden ocurrir fracturas en el polo superior, la porción media o el polo inferior de la rótula.
Las fracturas de rótula se producen mayoritariamente en personas jóvenes. Después de la lesión, la parte frontal de la rodilla estaba hinchada y magullada, y la articulación de la rodilla no podía moverse. El examen puede revelar dolor frente a la rótula. En la etapa inicial de la lesión, se puede encontrar la depresión causada por la separación de la fractura y el dolor se agrava al apretar la rótula. La prueba de rótula flotante puede ser positiva debido a la presencia de sangre en la articulación. Las radiografías anteroposterior y lateral de la articulación de la rodilla pueden determinar la ubicación, el tipo y el grado de desplazamiento de la fractura, lo cual es una base importante para seleccionar los métodos de tratamiento.