Complejidad contextual: una misma palabra tiene diferentes traducciones en diferentes contextos, dependiendo del contexto, estructura de la oración, tiempo, voz, etc. Por tanto, existen muchas formas de traducir cualquier palabra.
2. Diferencias de idioma: El inglés y el chino son dos idiomas completamente diferentes, con gramática, vocabulario y expresiones muy diferentes. Por lo tanto, en el proceso de traducción, a menudo es necesario considerar las características y hábitos de los dos idiomas, lo que hace que la traducción sea muy flexible.