San Miguel del Bosco está situado en un rincón discreto de la provincia italiana de Mantua, perteneciente a Macaglia. Las condiciones de vida aquí son las mismas que en otras zonas rurales de Italia. Debido a la falta de tierra y de recursos, la gente tiene que ir al extranjero para buscar trabajo. A finales del siglo XIX, casi 30.000 de los 300.000 habitantes de Mantua cruzaron el océano y llegaron a América del Sur para ganarse la vida, y los que se quedaron tuvieron que afrontar condiciones de vida difíciles. Los agricultores, artesanos e incluso empresarios no tenían mucho dinero. La gente generalmente come polenta como alimento básico, por lo que muchas personas sufren de pelagra, tuberculosis, malaria, etc. La dura vida ha obligado a muchos jóvenes a abandonar sus hogares y emprender un viaje para ganarse la vida.
En 1898, Luigi Bianchi, que sólo tenía 16 años, no fue la excepción y abandonó su ciudad natal. Sin embargo, a diferencia de los inmigrantes con pasaportes rojos, consideró su salida como una partida de corto plazo. El abuelo de Luigi Bianchi, Julia, su bisabuelo Luigi y su padre Parrid, eran todos sastres. Como muchas personas en ese momento, las habilidades de sastre del Sr. Bianchi eran solo habilidades de aficionados y tenían que realizar trabajos como cortes de pelo en la granja. Para heredar el legado de sus padres y aprender habilidades de sastrería más sofisticadas y profesionales, Luigi Bianchi fue a Turín a estudiar solo. Después de conocer la alta costura en Turín, se fue a Milán para realizar unas prácticas. Estas dos ciudades, que también rezuman un aura de arte y moda, han inyectado sangre nueva al joven Bianchi.
En 1907, Luigi Bianchi, de 25 años, era un hombre maduro, con habilidades de costura más hábiles y pensamientos internos más maduros. En ese momento, imaginó dos planes de vida. Uno se casó con María Marchini, una chica de la familia Marchini, y el otro abrió su propia tienda de ropa en Mantua. Después de mucho trabajo, el objetivo de sentar cabeza y establecer una carrera se hizo realidad.