La terapia etiológica se refiere a la terapia con medicamentos que puede eliminar los factores originales de la enfermedad y curar la enfermedad después de tomar medicamentos. Por ejemplo, los antibióticos se utilizan para matar microorganismos patógenos para controlar enfermedades infecciosas; las preparaciones de hierro para tratar la anemia por deficiencia de hierro son tratamientos etiológicos. Además, complementar las deficiencias de nutrientes o sustancias metabólicas del organismo se denomina terapia complementaria, también conocida como terapia de reemplazo, que también es una terapia relacionada con la causa.
El tratamiento sintomático significa que el tratamiento farmacológico puede mejorar los síntomas de la enfermedad del paciente. Por ejemplo, los fármacos antipiréticos y analgésicos se utilizan para bajar la temperatura corporal y aliviar el dolor en pacientes con fiebre alta; la nitroglicerina alivia la angina de pecho; los fármacos antihipertensivos reducen la presión arterial excesivamente alta en pacientes y son tratamientos sintomáticos.