Así que el primer paso en la gestión emocional es saber cuáles son tus emociones, como la ira, la ansiedad, la tristeza, el agravio, la pérdida, etc. Es decir, recuerda siempre: ¿Cómo me siento? Muchas personas creen que las personas no deberían tener emociones, por lo que se niegan a admitir que tienen emociones negativas. Pero, ¿es posible que la gente realmente no tenga emociones? Ya sabes, es probable que las personas tengan emociones y reprimirlas traerá peores resultados. Aprender a observar tus emociones es el primer paso para gestionarlas.
El segundo paso en la gestión emocional es establecer un concepto de esclavo no emocional. Puedes reflexionar sobre si las decisiones que tomas cada vez que te encuentras enojado están equivocadas o si no has leído los libros que compraste cuando estabas más ansioso. Cuando surgen emociones, si somos inconscientes y no las manejamos, nos volvemos esclavos de nuestras emociones y permitimos que perturben nuestra cordura. Haciendo un desastre en nuestras vidas
Paso Tres de la Gestión Emocional: Empatía. Cuando tenemos emociones, debemos calmarnos inmediatamente y ponernos en el lugar de los demás. Entonces descubrirás que harás lo mismo en esta posición y descubrirás que tus emociones pueden controlarse.