Corea del Sur no tiene moral para ganar en los deportes. ¿Qué les hizo abandonar su reputación?

Debido a que Corea del Sur fue un país pequeño con poca población en la historia, ahora concede gran importancia al honor nacional, incluso para un estado extremo. Y este sentimiento se refleja en el deporte. Mientras puedan ganar, los coreanos no temen ninguna restricción moral o reglamentaria para adquirir un sentido de vanidad. Los famosos hechos de Corea del Sur en eventos deportivos muestran la tradición cultural especial de la nación coreana: para ganar, puedes hacer lo que sea necesario. No se puede decir que desacata las reglas e ignora la moralidad, porque esa es su cultura.

La Copa del Mundo de 2002 en Japón y Corea del Sur hizo que los fanáticos de todo el mundo reconocieran los métodos de Corea del Sur, sobornando a los árbitros en el acto, jugando al fútbol violentamente e irrumpiendo en las semifinales con actividades tan vergonzosas. En un partido de los Juegos de Asia Oriental entre Corea del Sur y China Taipei, cuando quedaban 10,9 segundos de juego, China Taipei lideró a Corea del Sur por dos puntos 70:68. Corea del Sur cometió una falta intencional y le dio a China Taipei dos tiros libres. sentir Llegué al "sabor" familiar de una fórmula familiar.

A pesar de la brecha histórica entre Japón y China, algunas prácticas de los aficionados japoneses han sido reconocidas por el pueblo chino, y los jugadores japoneses también se adhieren al espíritu competitivo profesional en el campo. Por otro lado, la actuación del equipo coreano consistió simplemente en utilizar cualquier medio para ganar, como empujar a la gente y levantar las piernas en la cancha. En lo que respecta a la calidad del fútbol, ​​los jugadores y aficionados japoneses han dejado al equipo coreano unas cuadras atrás.

Algunos internautas dijeron que Corea del Sur es un país de gánsteres sin espíritu deportivo ni espíritu deportivo en absoluto. Tomemos como ejemplo los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang. La controversia es tan grande que ni siquiera CCTV5 puede soportarla. Corea del Sur tiene una historia oscura en cuanto a competiciones deportivas y tiene una larga historia. Después de que el equipo coreano perdiera en los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988, los árbitros fueron asediados por entrenadores, atletas y guardias de seguridad surcoreanos que aparecieron en la final de la Liga de Campeones de la AFC de 2013, en los Juegos Asiáticos de Incheon de 2014 y en las finales por equipos masculinos de bádminton.

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