Los códigos estándar para la sal de mesa son "GB 2721" y "GB/T 5461".
Bajo la norma de sal 2721, existen 5 tipos de sal de mesa, a saber: Sal comestible: sal con cloruro de sodio como componente principal, utilizada para alimentación. Sal refinada: sal comestible elaborada a partir de salmuera o sal como materia prima mediante proceso de elaboración de sal por evaporación al vacío, proceso de elaboración de sal por evaporación por compresión térmica mecánica o proceso de trituración, lavado y secado.
Sal de lavar triturada: sal comestible elaborada a partir de sal marina, sal de lago o sal gema como materia prima mediante proceso de trituración y lavado. Sal solar: Sal comestible producida por el proceso concentrado y limpio de la salmuera solar. Sal baja en sodio: Se elabora a partir de una o más de sal refinada, sal de lavado triturada, sal solar, etc., y se procesa agregando aditivos alimentarios permitidos por el estado (como cloruro de potasio, etc.) para reducir la concentración de iones de sodio de la sal de mesa.
Nota:
En primer lugar, debes comprar sal de mesa calificada y no caducada. La sal de mesa no es adecuada para un almacenamiento prolongado. Es mejor comprarla cuando casi haya terminado. Lo mejor es guardar la sal en una botella de vidrio marrón o en un frasco de porcelana. Procura no utilizar plástico para guardarla. Recuerda guardarla en un lugar fresco y seco.
A la hora de cocinar, no añadir sal demasiado pronto. Añade sal cuando los platos estén casi cocidos o la sopa esté casi lista, para no perder el valor nutricional de la sal. Además, no fríes la sal directamente en aceite, ya que esto también provocará la pérdida de nutrientes.