Recuerdo que cuando estaba en la escuela secundaria, mi corazón estaba lleno de un anhelo interminable por la vida universitaria: una vida relajada y libre, medio día de clase y medio día de descanso. los mejores condimentos para el estudio intenso y aburrido en mi último año de secundaria. Sin embargo, cuando vi por primera vez los cursos universitarios densamente organizados, todas mis hermosas ilusiones no pudieron evitar hacerse añicos. Hay cuatro clases por la mañana, cuatro por la tarde y, a veces, dos por la noche, ¡lo cual es más que las clases de la escuela secundaria! En ese momento, realmente sentí como si acabara de salir del estanque del dragón y entrara en la guarida del tigre. Pero cuando le conté esta idea a una estudiante de último año, ella me contó lo que dijo Ostrovsky en "Cómo se templó el acero": Cuando miras hacia el pasado, no puedes arrepentirte de haber desperdiciado tus años, pero tampoco te avergüences de serlo. inactivo. Sí; la juventud es algo que todo el mundo puede tener sólo una vez. ¿Cómo se podría abandonar una época tan hermosa?
Entonces, mientras todos seguían dando vueltas en reuniones coloridas, actividades coloridas en clubes y varias conferencias, aunque cada elemento estaba lleno de tentaciones, yo todavía elegí el camino solitario del estudio, porque en ese momento, Simplemente creía que sólo estudiar bien era lo más importante, y todo lo demás era insignificante de cara al aprendizaje. Todos los días voy y vengo del dormitorio, el comedor, el aula, a las tres y una fila, y el aprendizaje se ha convertido en todo en mi vida. En cada curso, desde la vista previa antes de clase hasta la escucha atenta en clase y la revisión después de clase, dediqué más entusiasmo que otros. Pero cuando me calme y lo piense detenidamente, si esto continúa, además de un excelente rendimiento académico en cuatro años, ¿qué más tendré? Obviamente, una vida así es estresante pero no satisfactoria. Una frase que leí una vez en Internet me inspiró mucho: las personas son tridimensionales, no solo están compuestas por ciertos puntos o caras. No debemos fijarnos una dirección, sino que debemos intentar experimentarla en todos los aspectos, así como no importa qué color prefiramos, uno solo nunca puede formar un arco iris.
De repente comprendí que la vida universitaria no debería consistir sólo en estudiar, sino que también debería tener contenidos más coloridos.