¿Cuál es el contenido de las opiniones educativas de Makarenko?

El educador Makarenko dijo una vez un dicho clásico: "Todo se da a los niños, todo se sacrifica, incluso la propia felicidad. Este es el regalo más terrible que los padres dan a sus hijos".

Él se adhiere al Principio de la educación en el colectivo Uno de los principios de la educación moral es prestar atención a cultivar el colectivo de estudiantes, confiar en el colectivo y aprovechar plenamente el papel del colectivo de estudiantes en la educación. El educador soviético Makarenko llamó a esta influencia la "función educativa paralela". Basado en la unidad dialéctica del colectivo y el individuo y el papel especial del colectivo en la formación del carácter ideológico y moral de los estudiantes. El colectivo es un medio importante y poderoso para cultivar a las personas y su desarrollo espiritual.

Sólo en el colectivo los individuos pueden obtener los medios para desarrollar plenamente sus talentos. Las nobles virtudes de los estudiantes, como el colectivismo, la solidaridad y la asistencia mutua, sólo pueden formarse y consolidarse a través de actividades colectivas. Implementar este principio requiere:

(1) Cultivar y promover la formación y desarrollo de un buen colectivo estudiantil, convirtiéndolo en una fuerza educativa;

(2) Dar pleno juego a la educación papel del colectivo estudiantil;

(3) Manejar la relación entre el individuo y el colectivo. Ser buenos combinando la educación colectiva y la educación individual para que lo colectivo y lo individual puedan promoverse mutuamente en su desarrollo.

Anton Semyonovich Makarenko nació en una familia de trabajadores ferroviarios. De 1928 a 1935 organizó y dirigió la "Comuna de Trabajo Infantil de Dzerzhinsky" de la misma naturaleza, proponiendo principios y métodos para educar a los niños en el colectivo a través del trabajo productivo y la educación colectivos. A través de exploración activa, intentos audaces y trabajo duro, miles de delincuentes juveniles han sido educados y transformados en talentos para la construcción socialista.

Por motivos de salud, Makarenko abandonó la primera línea de la educación en julio de 1935 y se desempeñó como subdirector de la Oficina Administrativa del Comisario del Pueblo del Ministerio del Interior de la República Socialista Soviética de Ucrania. Recibió la Orden de la Bandera Roja del Trabajo en 1939.