Me gusta jugar con los relámpagos decididos y volar alegremente entre los gritos asustados de la gente. Nací en un estado desigual y estoy destinado a fluir en un estado desigual.
Soy la encarnación de la fuerza, soy el espíritu del movimiento, odio la falsa armonía, desprecio el equilibrio disfrazado y odio la paz asfixiante.
Yo soy el viento. ¡Quiero que las flores bailen, quiero que las cometas naveguen, quiero que las olas se muevan y quiero que el mar de nubes se agite!
Apareceré en cada rincón desconocido, destruiré las ramas y hojas corruptas y cantaré nueva vida.
Quiero despertar a los que duermen, hacer que los decadentes actúen, disipar la bruma y dejar que los caminantes vean la luz.
Soy quien soy. Soy quien me muestro ser, sin pretensiones, pretensiones ni alardes.
Me siento solo pero no solo. Soy franco pero no estúpido. No cambiaré mi intención original. Sólo repito lo que se supone que debo hacer.
Tengo el calor de la primavera, el calor del verano, la dureza del otoño y el frío del invierno.
Yo soy el viento. Soy decidido y de espíritu libre. Agrego aliento fresco, esparzo hermoso polen, tengo la capacidad de disipar la melancolía y tengo la capacidad de convertir la decadencia en magia.
Las damas gentiles me llaman gentil, los transeúntes frustrados me llaman duro, los prisioneros atados me llaman elegante, los poetas a mano alzada me llaman indulgente... Soy solo yo. Soy tan delgada como un cabello, pero poderosa. Quiero limpiar el suelo sucio y quiero que la bandera de la libertad ondee para siempre.
A veces soy silencioso, a veces recatado, a veces elegante, a veces mediocre. ¡Pero yo soy el viento! En esos días grandes y solemnes mis gritos heroicos y rugidos airados se escucharán en todo el mundo.
Yo soy el viento. Pertenezco a la tierra, pertenezco al cielo. Las nubes, los truenos y los relámpagos son mis socios más leales. Me acompañaron a través de ríos y mares, hubo relámpagos y truenos, y luego empezó a llover fuerte, ¡lo que me hizo llorar!
¡El viento sopla y las nubes vuelan!
Nací en estado desigual, y fluiré en estado desigual.
La noche está en silencio, todo está dormido, pero yo sigo cantando solo y rugiendo enojado. Este tipo de bromas desenfrenadas te hacen sentir más cómodo y tranquilo, y puedes ir y venir con facilidad. Porque soy un espíritu libre y la verdad de la libertad es uno mismo.
Siempre sabré quién soy, de dónde vengo y hacia dónde quiero ir. Quizás algún día descanse, pero quizás siempre seré un vagabundo. ......