Pero todos hemos ignorado que el propósito original de la educación es permitir que los niños reconozcan los errores, los corrijan y dejen de cometerlos, no solo controlar los errores mediante palizas y regaños. Golpear y regañar brutalmente a los niños también demuestra que el nivel cultural de los padres es bajo.
Los padres que realmente pueden educar a sus hijos pueden resolver fácilmente los problemas educativos con estas pocas frases. Aquí es donde radica la alta inteligencia emocional en la educación.
1. ¿Qué está pasando?
Cuando un niño comete un error, no te apresures a reprenderle, pregúntale el motivo y luego decide cómo afrontarlo. Los padres pueden entender rápidamente lo que pasó preguntando a sus hijos qué pasó, y también pueden distinguir la esencia del asunto y si el niño realmente cometió un error. Esto no sólo le da al niño la oportunidad de explicar, sino que también evita que los padres lo culpen y lo ofendan por no escuchar la explicación.
2. ¿Qué piensas?
Cuando un niño comete un error, no te apresures a predicar. Ya han sucedido cosas y no tiene mucho sentido responsabilizar a la gente. El objetivo es evitar que el niño cometa el mismo error en el futuro. En este momento, lo que los padres pueden hacer es comunicarse con sus hijos con calma, alentarlos a expresar sus puntos de vista y comprensión sobre el asunto, ayudarlos a analizarlo desde su perspectiva, permitirles expresar adecuadamente sus emociones, sentir la bondad de sus padres y fortalecer la relación entre padres e hijos. La comunicación entre ellos será más fluida.
3. ¿Qué consecuencias crees que tendrá esto?
Permitir que los niños analicen por sí mismos las causas y consecuencias de las cosas hará que les resulte más fácil ver la esencia de las cosas y saber qué se puede y qué no se puede hacer. Los resultados obtenidos de esta forma serán más fáciles de aceptar para los niños y se volverán más obedientes ante los mismos errores que puedan cometer en el futuro.
4. ¿Qué quieres hacer?
Esta frase distingue inmediatamente la relación de prioridad de cualquiera. Cuando un niño comete un error, el protagonista ya no es la predicación de los padres, sino el niño que toma la decisión. Los niños tienen derecho a tomar sus propias decisiones, lo que estimulará enormemente su comprensión de las cosas y saber qué está bien y qué está mal. Si adoptan una postura ante este error y lo admiten, se volverán voluntariosos y sinceros.
5. ¿Qué quieres que haga?
Cuando los niños cometen errores y sus padres les dicen cómo solucionarlos, los niños perderán la capacidad de juzgar si las cosas están bien. o mal. Incluso si saben que están equivocados, sus errores no son tan graves debido a las responsabilidades de sus padres. Es inevitable que sigas cometiendo errores la próxima vez. Los padres con alta inteligencia emocional a menudo no expresan sus opiniones primero, dejan que sus hijos les digan a los adultos lo que quieren que hagan sus padres, les dan el coraje para tomar decisiones, resuelven problemas desde el mismo nivel que sus hijos y los empujan a El borde de los errores a tiempo les dará a los niños la capacidad correspondiente para aceptar errores. Con tolerancia y determinación los niños sabrán evitar errores.
Educar a los niños es como un libro de filosofía. El silogismo de qué, por qué y cómo recorre el camino de la educación. En lugar de fuertes palizas y regaños, recomendamos ser un padre con un coeficiente intelectual alto y utilizar este silogismo de vida para guiar la cognición de sus hijos. Sólo cuando comprendan verdaderamente la naturaleza de las cosas y las raíces de los errores humanos podrán evitar cometer errores y lograr el propósito de nuestra educación. Una vez más, el propósito de la educación es permitir que los niños distingan verdaderamente el bien del mal y no vuelvan a cometer errores, en lugar de simplemente admitir sus errores esta vez.