Pero ella sabía desde pequeña que era la criatura más débil del mundo, y que hasta una pequeña pluma podía romper su cuerpo, por lo que intentó esconderse en el aire. Cuando estaba sola, miraba el río que fluía por el suelo, los niños riéndose y persiguiéndose, y las flores y los árboles floreciendo en la montaña. Está contenta con esta vida solitaria, porque sólo así no saldrá lastimada y trabaja duro para protegerse.
Pero una ráfaga de viento sopló frente a ella y tocó su corazón con las palabras más hermosas. Prometió que la llevaría a los lugares más bellos del mundo y que la protegería por el resto de su vida. Ella era sencilla y de buen corazón, y creía en el viento, por lo que deambulaba con él.
El cuerpo de Yun es muy ligero y débil. Al principio, Feng siempre sonreía y le decía: Sólo te confío una mano. Mira que liviana eres. Yun presionó la mano de Feng, sintiendo su enorme calidez, y todo su corazón se derritió. Se alegró de tener suerte y sintió que era la nube más feliz del cielo. Pero con el paso del tiempo, el viento se cansó de esos días. Comenzó a enojarse con Yun y luego sacudió el cuerpo de Yun con sus manos. Olvidó lo débil que era el cuerpo de Yun y Yun no podía soportar el poder de sus grandes manos. Finalmente, el alma de Yun se fue volando y Feng se arrepintió de haber visto el cuerpo de Yun desapareciendo. Pero ya era demasiado tarde, la nube había desaparecido sin dejar rastro. Se lamentó de que el nombre de Yun estuviera volando en el cielo y prometió encontrarlo.