Papel de arroz del mismo material que tu abanico, pasta, un cuchillo y un cepillo suave. El primer paso es recortar la posición agrietada para que no se enrolle. Generalmente es necesario utilizar un cuchillo para recortarla, sumergir un cepillo de cerdas suaves en la pasta, cepillarla de forma plana y dejarla secar. Corta el papel de arroz a un tamaño un poco más grande que el área agrietada, aplica una capa de pasta y pégala de manera plana sin arrugas. Rasca el exceso de pasta y espera hasta que se seque. Una vez seco, doblar suavemente (si es sobre un hueso pequeño) sin demasiada fuerza. Eso es todo.