Pasos concretos:
1. Exprimir el kimchi hasta secarlo y picarlo en trozos pequeños.
2. Picar los ajos y añadir un poco de agua.
3. Pon el kimchi, el ajo, el chile en polvo y el azúcar en una licuadora y mezcla bien.
4. Vierte la mezcla en un bol pequeño y espolvorea con semillas de sésamo blanco y aceite de sésamo.
5. Coloca la salsa de kimchi en el frigorífico durante al menos una hora para que espese.