Las funciones de los aditivos alimentarios
1. Prevenir el deterioro
El aceite de maní casero desprenderá mal sabor si no se almacena bien o tarda mucho tiempo. , que comúnmente se conoce como "sabor Hara". Si se agrega ácido ascórbico, consumirá primero el oxígeno circundante, protegiendo así el aceite de la oxidación.
2. Mejorar las propiedades sensoriales de los alimentos
El color, aroma, sabor, forma y textura de los alimentos son indicadores importantes para medir la calidad de los alimentos. Por ejemplo, el uso adecuado de aditivos alimentarios como aromatizantes y espesantes en el yogur puede mejorar significativamente el sabor y la calidad sensorial de los alimentos.
3. Mantener y mejorar el valor nutricional
El hierro agregado durante el procesamiento de la salsa de soja y el yodo agregado a la sal son fortificantes de la nutrición de los alimentos, que pueden promover el equilibrio nutricional y mejorar la salud de las personas.
4. Procesamiento conveniente de alimentos
El uso de agentes antiespumantes en el procesamiento de lácteos y bebidas puede ser beneficioso para las operaciones de procesamiento de alimentos.
5. Otras necesidades especiales
La alimentación debe satisfacer en la medida de lo posible las diferentes necesidades de las personas. Por ejemplo, si las personas con diabetes no pueden comer azúcar, pueden utilizar edulcorantes no nutritivos o edulcorantes bajos en calorías para elaborar alimentos sin azúcar.
Los países alrededor del mundo tienen diferentes definiciones de aditivos alimentarios. El Comité Conjunto de Regulaciones Alimentarias de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) define los aditivos alimentarios como: Alimentos. Los aditivos se añaden intencionalmente en pequeñas cantidades. Sustancias no nutricionales utilizadas en los alimentos para mejorar la apariencia, el sabor, la textura o las propiedades de almacenamiento de los alimentos. Según esta definición, los fortificantes alimentarios destinados a mejorar el contenido nutricional de los alimentos no deberían incluirse en el ámbito de los aditivos alimentarios.