El principal órgano objetivo dañado por una sobredosis de hierro es

Hígado. El hígado es un lugar importante para el almacenamiento y el metabolismo del hierro, y también es el principal órgano diana dañado por la sobrecarga de hierro. Demasiado hierro puede actuar como catalizador y causar daño a las células y al tejido del hígado. El exceso de hierro puede provocar una producción excesiva de grupos reactivos de oxígeno y radicales libres. Esta peroxidación puede provocar daños en el ADN mitocondrial, inducir mutaciones y está relacionada con tumores de hígado, colon, recto, pulmones, esófago, vejiga y otros órganos.