Rutas de peligro: inhalación, contacto con la piel, etc.
Actualmente no existe evidencia científica de que el cromo hexavalente sea un carcinógeno comestible, porque el cromo hexavalente se convierte en cromo trivalente inofensivo en el ácido del estómago.
(1) En la piel
Lesiones producidas por contacto directo con compuestos de cromo
(1) Úlceras cutáneas por cromo (úlceras de cromo)
Los compuestos de cromo no dañan la piel intacta, pero pueden causar daños cuando la piel se desgasta y entra en contacto con compuestos de cromo. La alta incidencia de úlceras cutáneas crónicas se relaciona principalmente con la duración de la exposición, las alergias cutáneas y los hábitos de higiene personal. El acné por cromo ocurre principalmente en las manos, brazos y pies, pero puede ocurrir en cualquier lugar siempre que la piel esté dañada. Las raíces de las uñas son áreas expuestas donde la suciedad se puede acumular fácilmente y la piel es más susceptible a sufrir daños, por lo que las llagas de cromo también son propensas a formarse en estas áreas. Antes de que se formen llagas de cromo, la piel inicialmente aparecerá enrojecida, hinchada y con picazón, y sin el tratamiento adecuado puede penetrar capas más profundas. La superficie de la úlcera está cubierta con una capa de costra dura con secreción, la periferia está elevada, el centro es profundo y lleno de esfacelo, el borde es obvio, de color rojo grisáceo y hay dolor local. La parte de la úlcera tiene forma de cono invertido y la superficie de la úlcera es pequeña, generalmente menos de 3 mm, a veces tan grande como 12-30 mm, o tan pequeña como la punta de un alfiler. Si no se trata, puede penetrar profundamente en el hueso, provocando un dolor intenso y una curación lenta.
(2) Dermatitis crónica y eczema
La exposición al cromo hexavalente también puede causar dermatitis crónica y eczema, y la piel afectada picará y formará ampollas. Alergias en la piel La dermatitis puede ocurrir después de varios días de exposición a contaminantes de cromo. El período de alergia al cromo dura de 3 a 6 meses. El eccema suele aparecer en zonas expuestas, como las manos y los antebrazos, y ocasionalmente en los pies, los tobillos e incluso la cara y la espalda.
(2) Para las vías respiratorias
(1) Rinitis pigmentosa
La enfermedad respiratoria ocupacional común causada por la exposición a sales de cromo es la rinitis crónica. Los primeros síntomas de esta enfermedad son congestión e hinchazón de la mucosa nasal, sequedad nasal, picazón, sangrado, pérdida del olfato, aumento de la secreción de moco y estornudos frecuentes. , y luego estalló el tabique nasal. El sitio de la erupción generalmente está a 1,5 cm de los extremos anterior y posterior del cartílago del tabique nasal y no hay dolor evidente.
La rinitis crónica se puede dividir en tres etapas según el grado de úlceras y perforaciones:
1. Rinitis erosiva, la mucosa del tabique nasal está podrida y presenta manchas grises.
2. Rinitis ulcerosa, el tabique nasal se adelgaza, la mucosa nasal está hundida y defectuosa, la superficie está cubierta con costras gruesas, la mucosa nasal está pálida y el sentido del olfato se reduce significativamente.
3. Perforación del tabique nasal, se puede observar que el cartílago del tabique nasal forma un agujero triangular. Hay costras amarillas en el lugar de la perforación, la mucosa nasal está atrófica y la cavidad nasal está seca.
(3) Para ojos y oídos
El contacto de párpados y córneas con compuestos de cromo puede provocar irritación y úlceras, congestión conjuntival, sensación de cuerpo extraño, escozor, lagrimeo y problemas de visión. Los síntomas pueden incluso provocar un desprendimiento del epitelio corneal en casos graves.
Las úlceras causadas por compuestos de cromo que corroen el tímpano y el oído externo ocurren sólo ocasionalmente.
(4) Para el tracto gastrointestinal
La ingestión de compuestos de cromo hexavalente puede provocar engrosamiento de la mucosa oral, edema hasta formar costras amarillas, náuseas y vómitos y, en ocasiones, dolor abdominal intenso y con sangre. , agrandamiento del hígado, insuficiencia circulatoria grave, pérdida del conocimiento e incluso la muerte.
(5) Intoxicación sistémica
Esta situación es relativamente rara. Los síntomas incluyen: dolor de cabeza, pérdida de peso, disfunción gastrointestinal, insuficiencia hepática, daño renal, pleocitosis unicelular y hematuria. Calcio elevado y fósforo sanguíneo elevado.