Hay miles de millones de planetas rocosos, o "Tierras" antiguas, en la Vía Láctea.

Hay un planeta rocoso en el universo, de unos 10 mil millones de años. Los científicos creen que pudo haber habido vida en este planeta.

La historia de la Vía Láctea tiene unos 654.3802 millones de años, por lo que se especula que este planeta rocoso se formó al inicio del nacimiento de la Vía Láctea. Los científicos creen que el descubrimiento de este planeta cambiará la forma en que los científicos piensan sobre la búsqueda de vida extraterrestre inteligente.

Este planeta llamado TOI-561b está a unos 280 años luz de la Tierra, su volumen es aproximadamente 1,45 veces el de la Tierra y su masa es unas 3 veces la de la Tierra.

Su estrella principal es una estrella enana naranja con una historia de unos 65.438 millones de años y es una de las estrellas más antiguas de la Vía Láctea. TOI-561b orbita la estrella principal cada 10,5 horas y gira sincrónicamente con la estrella principal, similar a la relación entre la Tierra y la Luna.

Siempre hay una sola estrella principal frente a él. Esto significa que en un lado del planeta siempre es de día y en el otro lado siempre es de noche. Los investigadores creen que es probable que el planeta tenga un océano de magma en un lado y una tierra rocosa y helada en el otro.

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