El poder del estímulo
Los niños rebeldes anhelan reconocimiento y estímulo. Cuando se sientan valorados, estarán más motivados y seguros. Animémoslos con palabras cálidas y hagámosles sentir nuestro apoyo y aliento.
Ponte en su lugar
Imagínate lo que haríamos si fuéramos niños ante su misma situación. Ponte en su lugar y comprende sus necesidades y sentimientos. De esta manera nuestros consejos y orientación serán más reflexivos y eficaces.
El arte de escuchar
Cuando los niños nos hablan, tranquilicémonos y escuchemos con paciencia. Después de escuchar, dé sugerencias para evitar herir sus corazones debido a emociones temporales. Ser amigos de nuestros hijos y dejarles sentir nuestro cuidado y apoyo.
Respeto y guía
No trates siempre a tus hijos como bebés que no entienden nada. Tienen sus propias ideas y procesos de crecimiento. Respete sus elecciones, sea bueno guiándolos y déjelos crecer a través de los altibajos y saborear la belleza de la vida.