La comprensión es clave.
En primer lugar, tenga más paciencia y comprensión. Su hijo no se dirige a usted intencionalmente, solo está tratando de explorar sus propios límites. En este momento, no se apresure a criticar o castigar, sino tratar de comprender su comportamiento desde su perspectiva.
Comunícate de forma proactiva
Comunícate más con tus hijos y anímalos a expresar sus sentimientos e ideas. Pregúnteles por qué no escuchan. ¿Alguna preocupación o insatisfacción? A través de la comunicación, puede comprender mejor sus necesidades y encontrar una mejor orientación.
Fortalecer la relación padres-hijos
Pasa más tiempo con tus hijos, juega con ellos, estudia con ellos y fortalece el vínculo emocional entre ellos. Un ambiente familiar cálido y armonioso ayuda a los niños a crecer mejor y aprender a cooperar.
Educación adecuada
Cuando los niños tienen malos comportamientos, se les puede proporcionar orientación y educación adecuadas. Por ejemplo, dígales por qué ciertos comportamientos son inaceptables y cuál sería una mejor alternativa. Pero cabe señalar que educar no se trata de culpar y castigar, sino de utilizar un tono y una actitud amables para guiarlos a darse cuenta de sus errores.
Estímulo y afirmación
No olvide darles a sus hijos estímulo y afirmación oportunos. Cuando toman decisiones o comportamientos correctos, los elogios y recompensas oportunos los harán tener más confianza y estar más dispuestos a cooperar.