La degradación se refiere al ajuste de puestos dentro de una empresa u organización, generalmente desde un puesto superior original a un puesto de nivel inferior. Este ajuste puede deberse a decisiones administrativas tomadas por los directivos debido al mal desempeño de los empleados, descenso del desempeño de la empresa, etc. Además, los propios empleados pueden solicitar un descenso de categoría para aliviar el estrés laboral.
La degradación plantea graves desafíos para el desarrollo profesional y el sentido de valor personal de los empleados. Por un lado, los empleados perderán su poder, estatus e ingresos originales, pudiendo incluso ser despedidos o despedidos. Por otro lado, la degradación también generará un ambiente de trabajo más relajado y estable, lo que permitirá a los empleados tener más tiempo y energía para desarrollar sus propios conocimientos y habilidades profesionales, y sentar una base más sólida para el desarrollo profesional futuro.
Ante una degradación, los empleados deben trabajar duro para ajustar su mentalidad, analizar cuidadosamente las razones del fracaso y formular planes de mejora eficaces. Además de reforzar las capacidades profesionales y las reservas de conocimientos, también hay que buscar activamente oportunidades para otros puestos dentro de la empresa y buscar oportunidades laborales adecuadas entre departamentos o sectores. Una actitud positiva y medidas de afrontamiento pueden ayudar a los empleados a superar con éxito esta dificultad y sentar una base más sólida para el desarrollo profesional futuro.