Tres trampas que impiden a los jóvenes ingresar a la clase media

1. Trampas del juego

Muchas personas sienten que trabajar es agotador y ganar dinero es difícil. Quieren hacer una fortuna jugando, pensando que esto es absolutamente un atajo. ilusiones. Una vez que caes en él, todo el oro y la plata pueden agotarse en un instante. Y no sólo consume su dinero, sino también su tiempo y energía, y eventualmente convierte a una persona digna en un fantasma endeudado.

2. Trampa de la libertad

El precio de la libertad es muy caro. Además, la libertad total no le traerá felicidad a largo plazo, pero reducirá su sensibilidad a la felicidad. No vas a trabajar si no quieres, puedes dormir hasta tarde como quieras, puedes comer lo que quieras y puedes ir a jugar donde quieras. ¿Crees que esta es una vida perfecta? No precisamente. Si te acostumbras a este tipo de vida, descubrirás que te has alejado del ritmo de la gente corriente y ni siquiera podrás cumplir con la puntualidad más básica. Elegirás rendirte a la menor dificultad y perder. paciencia y perseverancia en todo, y no lograrás nada, siéntate y no comas nada. Como una rana en agua tibia, sólo te espera un final trágico.

3. Trampa profesional

Si no tienes un buen plan profesional y solo trabajas para resolver problemas de supervivencia inmediatos, es probable que caigas en una trampa profesional de por vida. No te gusta tu trabajo actual y lo odias en tu corazón. Te dices a ti mismo: esto es sólo temporal y renunciarás y encontrarás un trabajo mejor después de un tiempo. Pero cuando renuncias y buscas otro trabajo, el entrevistador te pregunta qué has hecho antes, qué logros tienes, qué habilidades profesionales tienes y qué planes de carrera tienes, y no tienes forma de responder. Para sobrevivir tienes que hacer un trabajo que no te gusta y ganarte la vida. Te vuelves a decir a ti mismo: sólo haré esto temporalmente y después de un tiempo lo dejaré y encontraré un trabajo mejor. . . . . .