Características de fase de las pinturas rupestres de la meseta de Acer.

Las pinturas rupestres se pueden dividir en cuatro períodos. El primer período es el "período de la cabeza redonda", que refleja sus características artísticas a través de un único retrato desnudo de Violet, pero el retrato no tiene extremidades y las características de género no están claras. Tras el descubrimiento del ocre, se empezaron a escribir descripciones completas y detalladas que plasmaban plenamente el efecto artístico de los músculos de los brazos y los muslos. El ejemplo más llamativo es el retrato de una mujer arrodillada de pelo largo, de color blanco. Parece estirar los brazos en una danza, y sus pechos y su figura curvilínea son evidentes en el petroglifo. Lott la llamó "Antina" por su impresionante belleza.

En el segundo período, la creación de pinturas de "mamíferos artiodáctilos" continuó hasta el 3000 a.C., y su característica artística era ampliar las verdaderas proporciones de los objetos representados. Aun así, el trabajo parece incómodo, como debería ser. Estas obras impresionan no por su belleza sino por la exageración artística de las proporciones. Las pinturas de este período realzaron enormemente la autenticidad y verosimilitud de humanos y animales: cazadores persiguiendo presas en acantilados, pastores jugando y a la deriva en un río.

Las imágenes que representan carruajes reflejan la evolución del desarrollo cultural de los habitantes de la meseta, que es el "período de los caballos". Más tarde, los camellos se convirtieron en animales de tiro comunes, y las pinturas que representaban carruajes tirados por caballos disminuyeron gradualmente y fueron reemplazadas por imágenes que reflejan las actividades de los camellos, lo que se conoce como el "período de los camellos". Las características artísticas de las obras de este período son: la descripción fiel de la naturaleza fue dando paso gradualmente a la reflexión sobre los patrones.

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