En la antigua China, las ollas de cobre con goteo eran muy utilizadas en la agricultura, el comercio, la ciencia y las actividades oficiales. Por ejemplo, en los antiguos exámenes chinos, se utilizaba agua que goteaba de una olla de cobre para controlar el tiempo del examen. Los candidatos deben completar la prueba antes de que se escape la última gota de agua de la tetera de cobre.
La importancia de “La sangre que gotea del caldero de cobre” en la historia china radica no sólo en el tiempo, sino también en su estrecha relación con el desarrollo de la ciencia y la filosofía. Según la leyenda, un famoso carpintero llamado Lu Ban utilizó una vez el agua que goteaba de una olla de cobre para estudiar problemas hidráulicos y llegó a algunas conclusiones importantes. Además, la olla de cobre que gotea agua también se considera un símbolo de la filosofía de "no hacer nada" propuesta por el filósofo Zhuangzi, ya que simplemente deja pasar el tiempo sin intervención alguna.
Hoy en día, aunque existen cronómetros y relojes avanzados, como representante de la cultura tradicional china, el goteo Tonghu todavía se utiliza en algunas ocasiones y es ampliamente coleccionado y atesorado.