Nanchang sufrió una epidemia recurrente y estuvo cerrada durante dos meses. Al principio estaba muy ansiosa, preguntándome cuándo se levantaría el confinamiento. Pero cada vez que veía esperanza, había nuevas noticias, hasta tal punto que me quedaba ahí tumbado, sin pensar en nada. Dormí y dormí, y viví así día a día.
Así, después de unos días, me sentía cada vez más aburrido. Luego saqué el libro para hornear y el horno que compré antes en casa. Aunque no tengo talento para la repostería, la práctica hace la perfección, lo cual no es necesario. Durante ese tiempo, trabajé duro para cocinar todos los días, ya sea horneando galletas o haciendo cupcakes. Antes de que nos diéramos cuenta, la situación epidémica se estabilizó y también levantamos el bloqueo. También desbloqueé una nueva habilidad: hornear.
Cuando no podemos cambiar el entorno, entonces debemos trabajar duro para adaptarnos al entorno. Durante la cuarentena, haz algunas de las cosas que amamos. No se obsesione demasiado con cuándo se levantará el bloqueo. Intenta distraerte, mantente entretenido y no te pongas demasiado ansioso.