El ensayo argumentativo sobre el cuidado de los ancianos abandonados tiene aproximadamente 800 palabras.

Con la aceleración del desarrollo social, el ritmo de vida de las personas es cada vez más rápido. Muchas personas no tienen mucho tiempo para pasar con las personas mayores, y las personas mayores sólo pueden vivir solas. Estas personas mayores tienen el “nido vacío”.

Mis vecinos también son dos "con el nido vacío". Sus hijos rara vez regresan, siempre están corriendo para ir a trabajar y rara vez hacen llamadas telefónicas. Quizás debería ayudarlos. He tenido este pensamiento más de una vez.

Finalmente un día, me decidí a visitarlos. Así, una mañana soleada, entré a la casa de mi vecino. La casa era un poco sencilla, con una vieja mesa de comedor para dos personas mayores y un televisor pequeño. La abuela está sentada en el sofá viendo la televisión y el abuelo está sentado en una silla de madera escuchando la radio. Al ver esto, me sentí amargado. Mis abuelos me acogieron mucho. La abuela estaba ocupada sirviéndome agua. El abuelo apagó la radio y me acercó a él para hacerlo. Me seguía preguntando sobre mi estudio y mi vida. ¡De repente sentí cuánto necesitaban comunicarse con los demás y necesitar nuestro cuidado! Después de un rato, la sala se llenó de nuestras risas. Se acercaba el mediodía y la luz del sol fuera de la ventana era particularmente brillante. Tomé las manos de mis abuelos y caminé hacia el parque, respirando el aire fresco y contemplando la nueva atmósfera en el parque. Sus rostros estaban llenos de felicidad, pero también de una pizca de tristeza. Vi su soledad. Creo que deben extrañar a sus hijos.

Desde que salí de la casa de mi vecino, siempre tuve la esperanza de hacer algo por mis abuelos. Después de dudar un momento, llamé al hijo mayor de mis abuelos. Por teléfono, le dije a mi tío que deberíamos ir a casa con frecuencia para visitar a nuestros padres. Incluso una llamada telefónica puede hacer que los ancianos se sientan amados. Mi tío se conmovió y me elogió por ser un chico sensato. Prometió volver a casa con la mayor frecuencia posible en el futuro, aunque fuera solo una llamada telefónica.

Ahora, charlar con mis abuelos se ha convertido en parte de mi vida, lo que me hace muy feliz y hace que los mayores ya no se sientan solos. ¡Unámonos a la acción de cuidar a los ancianos del nido vacío, cuidar a nuestros propios ancianos, cuidar a los ancianos que nos rodean y dejar que nuestra sociedad se llene de calidez y amor!