El éxito de Ang Ziyu no es un accidente, sino el resultado de su arduo trabajo y sudor día y noche durante más de diez años. Aunque Dios cerró la ventana de su alma, él no se rindió, sino que trabajó incansablemente para impresionar a los demás. La historia de An Ziyu nos dice que incluso si nos encontramos con la desgracia, podemos desafiarla activamente. Aquellos que no se rinden al destino definitivamente la superarán y alcanzarán el éxito.
Se entiende que la vista de Ang Ziyu era un poco confusa cuando estaba en la escuela primaria. Ang Ziyu no podía entender los libros de texto ordinarios en absoluto. Entonces mi padre ingresó las palabras del libro de texto en la computadora una por una, amplió las fuentes y luego las imprimió. De este pequeño incidente se puede ver que el éxito de Ang Ziyu es inseparable de los esfuerzos y la ayuda de sus padres. Su familia tiene un espíritu recto, ¡del cual realmente vale la pena aprender!
En la vida queremos crear milagros, no dejándote sentarte allí esperando que caiga el pastel del cielo, sino diciéndote que mires hacia el futuro con una actitud positiva y creas que las cosas buenas eventualmente sucederá. Por favor, crea que mientras lo persiga con confianza, ocurrirán milagros.
En el largo camino de la vida, hay muchas cosas que obstaculizan nuestro progreso, ya sean nuestras propias creencias o la oposición de los demás. Si algo obstaculiza nuestro progreso, debemos hacer todo lo posible para deshacernos de ello. Sólo así podremos dar grandes pasos hacia adelante.