Los niños se dejan influenciar fácilmente.
Cuando los padres muestran actitudes educativas inconsistentes frente a sus hijos, estos suelen optar por imitar, lo que a su vez afecta al desarrollo de su conducta y personalidad. La educación inconsistente entre padres puede hacer que los niños "intimiden a los débiles y teman a los fuertes", lo que hace que una de las partes pierda estatus en la mente del niño, afectando así las relaciones familiares y las relaciones entre padres e hijos.
Respeto mutuo
Los padres deben respetarse unos a otros. Los niños aprenden principalmente por imitación. Si los padres faltan el respeto, los niños también desarrollarán actitudes irrespetuosas hacia sus padres.
Concepto científico de crianza
Los padres deben establecer conceptos correctos y detener y orientar rápidamente a sus hijos para corregir los problemas de conducta. Sólo si se adopta una visión científica de la crianza de los hijos podrán los niños crecer por el camino correcto.
Sé coherente
Ambos padres deben ser coherentes en lo que quieren de sus hijos. Esto evitará que los niños se sientan perdidos y les ayudará a establecer una visión clara del bien y del mal. Sólo con el esfuerzo conjunto de ambas partes los niños podrán crecer con más calma y firmeza.
Trabajar juntos
Educar a los niños requiere del esfuerzo conjunto de los padres. Este es un proceso que se refuerza mutuamente y la falta de participación de cualquiera de las partes puede tener un impacto negativo en el niño. Sólo trabajando juntos y teniendo más comprensión y comunicación podrán los niños crecer con más calma y firmeza.