Esta frase procede de la colección de poemas en prosa de Gibran "Arena y Espuma". La frase original es "Tal vez el mar define las conchas como perlas, tal vez el tiempo define el carbón como diamantes". Se trata de una frase filosófica y poética que expresa el testimonio y definición de la precipitación y transformación de las cosas por parte del tiempo.
Esta frase compara el mar con una concha. Las perlas son piedras preciosas formadas por conchas tras un largo periodo de gestación y temple. De manera similar, comparando el tiempo con el carbón, los diamantes son cristales formados por el carbón bajo procesos geológicos a largo plazo y condiciones de alta temperatura y alta presión.
El significado de esta frase es que cada cosa aparentemente ordinaria puede convertirse en algo precioso después de la precipitación y transformación del tiempo. Nos recuerda que no subestimemos nada que parezca ordinario o discreto, porque después del bautismo del tiempo, pueden volverse extremadamente preciosos y valiosos.
Esta frase también enfatiza la precipitación y transformación del tiempo, así como la irreversibilidad y preciosidad del tiempo. El tiempo no sólo puede hacer que algo pase de ser ordinario a precioso, sino también hacer que algo pase de la existencia a la muerte. Por lo tanto, debemos valorar el tiempo, hacer buen uso de él y hacer que nuestras vidas sean más preciosas y valiosas a través de la precipitación y transformación del tiempo.
La connotación expresada por "El tiempo define el carbón como diamante"
El tiempo es como un enorme horno que puede convertir cosas ordinarias en cosas preciosas. Esta transformación no ocurre de la noche a la mañana, requiere mucho tiempo e innumerables pruebas.
En la poesía de Gibran, la precipitación y transformación del tiempo no sólo se reflejan a nivel material, sino también a nivel espiritual humano. Él cree que el tiempo puede precipitar y purificar el alma de una persona, haciendo que sus pensamientos sean más profundos y sabios. Así como el carbón se transforma en diamante en condiciones de alta temperatura y presión, el alma humana necesita pasar por innumerables temperamentos y bautismos antes de volverse cada vez más brillante.
En definitiva, esta frase no sólo enfatiza la precipitación y transformación del tiempo, sino que también enfatiza la irreversibilidad y preciosidad del tiempo. Nos recuerda que debemos apreciar el tiempo, hacer buen uso de cada momento y hacer que nuestras vidas sean más preciosas y valiosas a través de la precipitación y la transformación del tiempo. Al mismo tiempo, también nos inspira a buscar constantemente el crecimiento y el progreso, para que nuestras almas se vuelvan cada vez más brillantes en el bautismo de los tiempos.