En primer lugar, Dong dedicó su vida a la educación. Sus hazañas progresistas fueron pasar su vida educando y cuidando a cada niño. Su amor, amabilidad y dedicación desinteresada son admirables. Si bien la profesión de los docentes es ordinaria, sus aportes son extraordinarios. Son maestras del pueblo y tienen un amor maternal. Las hazañas avanzadas de Dong son orgullosas y conmovedoras. Deberíamos aprender de su espíritu de dedicación desinteresada y trabajo duro en la primera línea de la educación. Deberíamos aprender y llevar adelante este espíritu para que más personas respeten a los profesores.
En segundo lugar, la dedicación desinteresada y la voluntad de contribuir son admirables. Creo que la profesión docente es sagrada. Todo lo que hacen es para permitir que sus estudiantes adquieran más conocimientos para realizar sus sueños y convertirlos en personas útiles para la sociedad y el país. Dong usó su vida para que muchas personas supieran que la enseñanza es una profesión admirable y respetada. Nos conmovimos mucho cuando vimos la dedicación desinteresada de Dong.
Dedicó su vida en el podio de un metro, se preocupó por la educación personal y enseñó a la gente con sinceridad. Por eso, como estudiantes, debemos seguir sus ejemplos y aprender de su dedicación y dedicación. Es muy común, pero cada esfuerzo y esfuerzo que pongas puede valer la pena.