Me gusta la hierba porque tiene una vitalidad tenaz. Acaba de llegar la primavera, todo se renueva y la tierra está llena de vitalidad. La hierba también se deslizó y de repente cubrió las montañas y los campos. Mirando desde lejos, la tierra es verde. Ver la hierba creciendo vigorosamente en las grietas de las rocas y los puntos verdes en los acantilados muestra la tenaz vitalidad de la hierba. En el césped del parque, la gente pisoteaba la hierba bajo sus pies con indiferencia, pero con firme y tenaz perseverancia, volvieron a animarse y crecieron más rápido y más verdes que antes.
Me gusta la hierba porque da a la gente una sensación de fuerza. "El fuego salvaje arde sin cesar y la brisa primaveral sopla más fuerte" es un retrato fiel de la hierba. El césped no requiere tantos cuidados como las flores. Ya sea en llanuras fértiles o montañas áridas, la hierba crece vigorosamente y embellece la tierra con su propio cuerpo, dando a las personas una sensación de fuerza e inspirándolas a seguir adelante.
Me gusta la hierba porque es a la vez ordinaria y excelente. La hierba no es tan hermosa como las peonías, ni tan blanca como el loto, ni tan alta como los árboles, pero nunca necesita que nadie la cuide y nunca se luce. Es siempre una contribución silenciosa que hace del mundo un lugar mejor.
Ah, Xiaocao, eres tú quien hace que la tierra de China sea verde y verde, y eres tú quien agrega gloria a la patria. Unamos nuestras manos y dejemos que la hierba cubra cada rincón de la patria.