El universalismo enfatiza los valores comunes y los derechos humanos de la humanidad y cree que los seres humanos deben unirse más allá de las fronteras de nacionalidad, raza y religión. Aboga por la igualdad de derechos y la dignidad de todas las personas, independientemente de su país o etnia. El universalismo enfatiza la globalización, el multiculturalismo y la cooperación internacional, y cree que resolver los problemas globales requiere los esfuerzos conjuntos de toda la humanidad.
El nacionalismo pone más énfasis en los intereses nacionales y la independencia. El nacionalismo cree que cada nación tiene su propia cultura, historia, tradiciones e intereses únicos, y debe esforzarse por proteger y desarrollar sus propios intereses nacionales. El nacionalismo aboga por la autodeterminación nacional y la soberanía nacional y cree que cada nación debería poder determinar de forma independiente su propio destino político, económico y cultural.
En definitiva, el universalismo enfatiza que los seres humanos comparten los mismos valores e intereses, y enfatiza la globalización y la cooperación internacional. El nacionalismo, por otro lado, enfatiza la singularidad y los intereses de la nación, la autodeterminación nacional y la soberanía nacional. Estas dos ideas surgieron de diferentes antecedentes históricos, culturales y políticos y han influido en cierta medida en el desarrollo del mundo y las relaciones internacionales.