Hay muchas manifestaciones de autodestrucción, incluido el abuso de drogas, la adicción a Internet y a los juegos, la búsqueda de excitación y placer instantáneo, etc. Cuando los valores y objetivos de vida de una persona pierden su dirección, a menudo se entregan a estos comportamientos poco saludables, lo que lleva a la autodegradación. Además, factores internos también pueden conducir a la autodegradación, como el estrés, la frustración y la pérdida. Estas presiones internas pueden impedir que una persona piense y actúe con normalidad, lo que lleva a su autodegradación.
Para evitar el autodesprecio, una persona necesita mantener una actitud positiva, establecer metas claras en la vida y trabajar duro para alcanzarlas. Además, las personas pueden relajar adecuadamente su cuerpo y mente y reducir el estrés y la fatiga mediante formas saludables, como hacer ejercicio, leer y explorar nuevos pasatiempos. Lo más importante es que una persona necesita buscar ayuda y apoyo adecuados durante los momentos difíciles, como consultar a familiares, amigos o proveedores médicos profesionales. Después de todo, sólo afrontando activamente tus emociones y estados podrás transformarte en una persona mejor, más saludable y con más energía.