Las técnicas de interpretación de la Ópera de Pekín incluyen canto, baile, pantomima, diálogo hablado, recitación, música instrumental y canto acompañado de palmas o golpes en el suelo del escenario. Las expresiones faciales, los gestos y la postura del intérprete son elementos clave de la actuación. Deben poder expresar una amplia gama de emociones a través de expresiones faciales sutiles, gestos elegantes y posturas autoritarias.
El maquillaje tradicional de la Ópera de Pekín es utilizar maquillaje blanco para resaltar los rasgos faciales de los actores. Los ojos de la artista suelen realzarse con delineador de ojos negro y los labios se tiñen con lápiz labial rojo. El maquillaje femenino suele incluir colorete e iluminador en las mejillas. El cabello de los actores también fue peinado de maneras únicas para reflejar su carácter o papel en el programa.
Los trajes de la Ópera de Pekín son exquisitas obras de arte que reflejan el estatus social, la personalidad y el estado emocional de los personajes. La ropa es de colores brillantes y está profusamente decorada con detalles y patrones intrincados que simbolizan diferentes cosas. Los artistas también utilizan accesorios para mejorar sus actuaciones y ayudar al público a comprender mejor a sus personajes.
La Ópera de Pekín narra una amplia gama de temas como la lealtad, la piedad filial, la moral, el amor, la amistad, la venganza, la justicia, etc. Las historias suelen implicar conflicto y resolución, con héroes y villanos claramente definidos. Las historias se cuentan a través del canto, el baile, la pantomima y el diálogo hablado, combinando técnicas tradicionales y modernas.
La Ópera de Pekín no es sólo un valioso patrimonio cultural, sino también una forma de arte única que continúa atrayendo al público en China y en todo el mundo. Protegerlo y promoverlo son tareas importantes tanto para los gobiernos como para los individuos.