Cuando informé ese día, el sol brillaba intensamente y los amentos volaban. Al caminar por el campus, solo escuché sonidos ruidosos. De repente me cansé de tanta exuberancia. Así que di un gran giro y llegué al camino arbolado. Ambos lados estaban llenos de un verde refrescante, el suelo estaba pavimentado con adoquines y las pequeñas flores en los bordes de las piedras me mostraban su buena voluntad. Me incliné para saludarlos uno por uno y luego vagué entre el cielo y la tierra. Cerca del final del sendero, te agachas junto a las pequeñas flores y sostienes suavemente sus cinturas dobladas, con los ojos llenos de ternura. Lo intentaste no menos de quince veces antes de finalmente enojarte un poco. Con un resoplido, se fue. Déjame en paz y míralo.
La gente suele decir que conocernos es el destino, pero estamos en la misma clase. No hubo clase el primer día, así que la maestra pidió a todos que prepararan un show de talentos para separarnos. Recuerdo claramente ese día con tu cola de caballo suelta y tu impecable uniforme escolar azul. Cuando te pones de puntillas y levantas los dedos de orquídeas, me parece ver nubes de niebla que se extienden desde el podio. ¡Todo el aula es como un paraíso en la tierra!
Sí, en mi corazón, siempre has sido una existencia a nivel de diosa, lo cual está fuera de mi alcance. Una vez pensé que sonreír era la única expresión de ser una dama, pero cuando te vi llorar, finalmente entendí lo triste que estabas. Aquella noche lluviosa me abrazaste y lloraste, como si hubieras agotado todas tus fuerzas para ahogarte. Dijiste que tu padre tenía enormes deudas y que su madre y su padre estaban divorciados. Mamá planea llevarte de regreso a tu ciudad natal en Chongqing, pero ya no tienes un hogar completo. No sé cómo consolarte, sólo te abrazo en silencio y te escucho.
Esa noche, lloraste toda la noche, tus lágrimas empaparon mi falda y simplemente te paraste y me preguntaste si eras particularmente fea. ¡Qué tonto! Durante mucho tiempo, verte todos los días se ha convertido en una parte indispensable de mi vida. Lamento no haberte despedido ese día y no haberte dicho que eres una chica fuerte.
Tonto, ¿dónde estás ahora? ¿Me recuerdas?
Tonto, déjame contarte un secreto: siempre has sido tan hermosa. Recuerdo tu nombre, tu espalda, tu gentileza, tus ojos, tus movimientos, tu sonrisa, tu amabilidad.
Las noches lluviosas siguen siendo tiempos normales, pero no sé cuánta soledad púrpura destella en tus sueños en esta noche lluviosa. Que alguien te deje una luz en tu sueño y la persona que amas pueda vivir en tu vida.
Nunca me he arrepentido de haberte conocido. Te conocí en el momento más hermoso y finalmente estuve a la altura de este momento más hermoso.