En la historia de Japón, los portugueses y holandeses tuvieron un profundo impacto en Japón. Los holandeses, en particular, establecieron estrechas relaciones comerciales con Japón en el siglo XVII. Los portugueses y holandeses difundieron muchos conocimientos y técnicas nuevos en Japón, incluido el uso de "cina".
Durante el período Edo de Japón (1603-1867), los comerciantes y misioneros portugueses llevaron a cabo trabajos comerciales y misioneros en las ciudades costeras de Japón. Los japoneses llaman a su idioma "dialecto manchú del sur", entre los cuales el portugués se llama "dialecto manchú del sur" y el holandés se llama "dialecto manchú del sur". En el proceso, los japoneses entendieron gradualmente el concepto de "cina" y comenzaron a asociarlo con China.
Vale la pena señalar que "cina" se ha convertido en una palabra común en el japonés moderno y se usa ampliamente para describir a China o al pueblo chino. Sin embargo, esta palabra no existe en el idioma japonés antiguo. Su uso refleja el respeto de Japón por la cultura y el idioma chinos, y también refleja los intercambios culturales entre Japón y los países europeos.
En general, "cina" es un préstamo japonés único que se originó en el chino (chino: China) y se ha convertido en un vocabulario de uso común en el japonés moderno. El término refleja los vínculos históricos de Japón con China y otros países europeos, así como la singularidad de Japón en la absorción de culturas extranjeras.