Pasiva, es decir, el objeto de la oración original pasa a ser sujeto.
El estado causativo no implica esto. Se utiliza para expresar lo que A quiere que B haga. Suele aparecer con mucha frecuencia en oraciones transitivas.
君たちをしたくなぃし,君たちにをさせた.
No quiero matarte, y no quiero que me mates. La iniciativa recae en el sirviente.
Si la última oración se cambia a pasiva: 君たちにkillされたくなぃ. No quiero que me mates a golpes.
Esto es cierto, pero la iniciativa es tuya.
Además, las razones son dinámicas. Esta forma se refiere a cómo uno es obligado. Utilizado en situaciones más extremas, tiene poco conflicto con las dos formas anteriores.