1. Ejemplo 1 de la inscripción en la lápida de la madre:
La inscripción de mi madre dice: Mi difunta madre Zhou XX murió en el era de Dong Dong. Le enseñaron poesía y aprendió a coser. Ligera como el agua, tierna como el arcoíris. Después del incidente de Wu Jia, regresé con mi padre, viví una vida dura sin ninguna queja y trabajé duro para hacer las tareas del hogar. Brinde apoyo desde arriba y apoyo desde abajo, y sea sabio interna y externamente. Si tienes hambre, no elegirás comida; si tienes frío, no tendrás nada que ponerte. Dar a luz a cuatro niñas y un niño, estar dispuesto a enseñar con virtud, amar guiar con benevolencia y triunfar en los demás. Cuando estés extremadamente agotado, serás bendecido. Cuando estés en pleno otoño, morirás. ¡Qué vida tan triste!
2. Ejemplo 1 de la inscripción en la lápida de mi madre:
Mi madre, Liu, nació el 18 de octubre de 1950 y murió el 8 de octubre de 2005. Me siento agraviada por tener tres hijas. Cuidad bien de vuestros hijos, sed meticulosos, diligentes y frugales, abnegados y entregados a vuestros deberes. Amable y sencillo, trabajador y bondadoso, afectuoso, caritativo, bondadoso y resuelto, frío y noble. Le da gran importancia a los sentimientos y la rectitud de las personas, pero es difícil encontrar consuelo y murió repentinamente. Que ella trascienda este mundo y ascienda al mundo paradisíaco. El amor de madre es tan pesado como una montaña y nunca lo olvidaré. Te extraño.
3. Ejemplo 3 de la inscripción en la lápida de mi madre:
Mi madre Zhu XX nació el 26 de septiembre de 1932 y murió el 29 de septiembre de 2000, a la edad de sesenta años. -nueve. . Mirando hacia atrás, a nuestros antepasados que bebieron agua y pensaron en sus orígenes durante generaciones, la educación de mi padre es tan importante como una montaña. El padre de Yan trabajó diligentemente en la agricultura toda su vida, fue diligente y ahorrativo en el manejo de la familia, y soportó humillaciones y pesadas cargas. Fue elogiado por sus leales ministros y vecinos. Gozaba de buena salud y disfrutaba de su vejez. Sesenta y nueve años de normalidad, indiferencia, indiferencia. Digno del cielo y de la tierra, digno de nuestros antepasados, digno del modelo a seguir de nuestro estricto padre.