En primer lugar, el tiempo no puede cambiar las leyes de la física ni de la naturaleza. Por ejemplo, el tiempo no puede cambiar las leyes del movimiento de Newton o la teoría de la relatividad de Einstein. Estas leyes son fijas, son parte de las leyes de la naturaleza. Asimismo, el tiempo no puede cambiar algunas constantes fundamentales, como la velocidad de la luz o la constante gravitacional. Estas constantes son propiedades fundamentales de la naturaleza y no cambian con el tiempo.
En segundo lugar, el tiempo no puede cambiar la naturaleza humana ni los rasgos de personalidad. Si bien las personas pueden experimentar crecimiento, aprendizaje y cambios con el tiempo, estos cambios dependen más de la experiencia personal, el entorno, la educación y las elecciones que simplemente del paso del tiempo. Las características profundamente arraigadas de la naturaleza humana, los valores, las creencias, etc. suelen ser en gran medida fijas y no cambian fundamentalmente con el tiempo.
Además, el tiempo no puede cambiar lo que ya pasó. Una vez que ocurre un evento, siempre existirá en la historia y no será modificado ni eliminado sin importar cuánto tiempo pase. La objetividad y la irreversibilidad de los acontecimientos históricos no cambiarán con el tiempo.
Sin embargo, el tiempo realmente puede afectar y cambiar muchas cosas. Por ejemplo, el tiempo puede afectar los cambios en la materia y las reacciones químicas, lo que lleva a cambios en las propiedades y la forma de la materia. El tiempo también afecta al desarrollo y progreso de la sociedad. Con el tiempo, la gente puede inventar nuevas tecnologías, teorías y formas culturales. Además, el tiempo también afecta los pensamientos y emociones de las personas, y las personas pueden experimentar crecimiento, aprendizaje y cambios con el tiempo.
En definitiva, aunque el tiempo por sí solo no puede cambiarlo todo, sí puede afectar y cambiar muchas cosas.