Viejo, canoso, con sueño.
Duerme una siesta junto al fuego y escribe este poema.
Lee despacio y recuerda la ternura de tus ojos en el pasado.
Recuerda la pesada sombra de su pasado.
¿Cuántas personas te querían cuando eras joven y feliz?
Adoro tu belleza, hipocresía y sinceridad
Sólo hay una persona que ama tu alma peregrina.
Me encantan las dolorosas arrugas de tu rostro envejecido.
Cuelga la cabeza junto a la estufa caliente.
Susurros tristes de la pérdida del amor
Caminaba lentamente por la colina de arriba.
Escondida entre las estrellas hay una cara