1. La occidentalización tiene una gran influencia, y así ha sido desde la Restauración Meiji.
2. El japonés no es muy bueno para formar palabras con tanta frecuencia como el chino, y no tiene este hábito lingüístico, por lo que a menudo se translitera.
3. Pronunciación: muchos japoneses no conocen la retroflexión, por lo que algunas palabras son realmente extrañas y a menudo se reemplazan por ru, to y ran.