En primer lugar, los padres deben aprender a pensar. Si los padres quieren que sus hijos aprendan mejor, deben dejar que aprendan a pensar. Si un niño no puede pensar mientras lee, no puede comunicarse con sus padres. Los padres deben dejar que sus hijos aprendan a leer, dejarles ordenar las pistas de lectura y no dejar que sus hijos lean siempre a ciegas. A algunos niños siempre les gusta murmurar cuando leen, por lo que los padres deben prestar atención a su enfoque. Si los padres siempre tratan mal a sus hijos, los niños se confundirán y sentirán que el aprendizaje es asunto suyo y no tiene nada que ver con sus padres. Si los padres quieren que sus hijos aprendan mejor, lo primero que deben hacer es ayudarlos a deshacerse de este problema. Los padres deben conversar adecuadamente con sus hijos para comprender sus pensamientos internos y saber qué hacer. Si los padres no acompañan a sus hijos a leer, los niños no podrán desarrollar buenos hábitos de lectura ni estudiar mucho.
En segundo lugar, los padres deben comunicarse con sus hijos. Si los padres quieren que sus hijos aprendan mejor, deben comunicarse con ellos y hacerles saber cómo aprender mejor. Los padres deben comprender los pensamientos internos de sus hijos y no molestarlos todo el tiempo. El niño sentirá dolor. A los niños les encanta escuchar cuentos. Los padres deberían pasar más tiempo con sus hijos y contarles más historias para que puedan aprender mejor. No siempre golpees y regañes a tus hijos. Los niños no pueden escuchar lo que dicen sus padres. Si un padre siempre golpea y regaña a su hijo, el niño sentirá mucho dolor y no querrá aprender.