La epidemia de COVID-19 sigue propagándose por todo el mundo. Hasta ahora, básicamente hemos controlado la epidemia en China porque atacamos decisivamente al comienzo del brote. Lo único que queda es seguir estando alerta para evitar la introducción de virus extraños y evitar el resurgimiento de la epidemia en algunas zonas.
Pero sabemos que el número de casos confirmados de COVID-19 en Estados Unidos sigue aumentando. Hay muchas razones para esto, pero la principal es el desdén del gobierno estadounidense por el COVID-19, que afecta a las personas a través de los medios de comunicación. Además, Estados Unidos aboga por la libertad, por lo que la gente está bastante insatisfecha con políticas como la cuarentena domiciliaria. Además, debido a la epidemia, la economía estadounidense se ha visto afectada y muchas personas han tenido carreras exitosas y han acabado en quiebra. Por lo tanto, durante el período de prevención de la epidemia, muchas personas todavía lo ignoraron y salieron a las calles para marchar o celebrar fiestas, etc.
Hace un tiempo, el presidente estadounidense, Trump, quiso retomar las clases en las escuelas. Este incidente causó un gran revuelo en Internet en ese momento y muchas universidades protestaron, pero fue en vano. Efectivamente, este decreto finalmente dio frutos amargos. Según los informes, un nuevo brote de neumonía por coronavirus estalló en la Texas Christian University en Texas, EE. UU., y más de 400 pacientes han sido diagnosticados en toda la escuela. Además, algunas universidades de otros estados también han estado expuestas al COVID-19. Algunas universidades incluso tuvieron varias infecciones grupales durante la primera semana de clases, lo que fue bastante aterrador.
La razón principal por la que la epidemia en las universidades estadounidenses es tan grave y se propaga tan rápidamente es la política del gobierno de impartir clases en las escuelas. Por supuesto, como los estudiantes estadounidenses defienden la libertad, las reuniones y fiestas frecuentes también son una razón importante. De hecho, esta no es la primera vez que surge la cuestión de organizar una fiesta. Ya cuando estalló la epidemia en los Estados Unidos, algunas personas en los Estados Unidos no estaban de acuerdo con la epidemia y todas las partes han seguido su propio camino. Es más, el grupo de estudiantes aboga más por la libertad y no puede contenerse, por lo que desprecia aún más la epidemia, generando así el fruto amargo actual.