Al final, solo él sobrevivió, y había una tortuga. La tortuga lo llevó a una isla aislada. No tenía nada que comer, así que mató a la tortuga y se la comió. Finalmente llegó una manada de elefantes salvajes. Corrió hasta el borde del acantilado, cayó al mar y se ahogó.
Esta es la historia de la ingratitud.