La turbidez de la orina fresca se puede observar en las siguientes situaciones:
1. Precipitación de ácido úrico: después de enfriar la orina ácida concentrada, puede haber una precipitación de ácido úrico de color rojo claro, que puede ser disuelto calentando o añadiendo álcali. Esta situación es más común cuando hace frío.
2. Precipitación de fosfatos y carbonatos: Si la orina es alcalina, el fosfato o el carbonato pueden precipitar y aparecer de color blanco, que pueden disolverse añadiendo ácido. El carbonato puede producir burbujas cuando se expone al ácido.
3. Infección del tracto urinario: Principalmente relacionada con la reproducción de bacterias del tracto urinario, piuria, aumento de glóbulos blancos y orina de color blanco lechoso.
4. Quiluria: Quiluria blanca, que se observa en la obstrucción linfática alrededor de los riñones causada por filariasis u otras causas. Esto es fácil de identificar a simple vista.
En este caso, las dos primeras generalmente no son lesiones. Si con frecuencia aparecen ácido úrico, fosfato y otros cristales en la orina fresca, acompañados de más glóbulos rojos, se debe sospechar la posibilidad de cálculos en el tracto urinario.
La turbidez de la orina se produce durante la infección del tracto urinario y se pueden encontrar células de pus o glóbulos blancos en la microscopía del sedimento de orina. En pacientes con nefritis y proteinuria, la orina fresca generalmente no es turbia.
Si la orina está turbia, se debe realizar un examen de orina de rutina para confirmar el diagnóstico.