En primer lugar, la seguridad es un tema muy importante. Algunos niños son enviados por sus padres a estudiar en el extranjero cuando tienen siete u ocho años en la escuela secundaria y luego viven, estudian y crecen allí. La violencia universitaria es un asunto grave en el extranjero. A veces incluso pueden presenciar un tiroteo.
Pero quiero decir que estudiar en el extranjero los hace más independientes, les permite tener sus propias metas, saber lo que quieren hacer y tener sus propios objetivos en la vida. Estudiar en el extranjero les ha abierto un horizonte diferente y les ha permitido ver paisajes que nosotros no podemos ver. Cuantas más perspectivas veas, más amplio será el patrón de vida. Muchos estudiantes internacionales lavan platos al aire libre, pero después de experimentar dificultades, desarrollan una perseverancia extraordinaria.