1. La "aceptación" es el amor que los padres dan a sus hijos. Si se lleva al extremo, significa ser mimado, ser sumiso al niño y satisfacer cualquiera de sus peticiones.
2. "Rechazo" significa que los padres no aman a sus hijos. Si llega a los extremos, exigirá demasiado a sus hijos y los castigará severamente;
3. "Dominación" significa que los padres son muy estrictos con sus hijos. Si llegan a los extremos, ordenarán a sus hijos a voluntad, independientemente de sus características, y los castigarán en todo momento;
4. "Obediencia" significa que los padres dan a sus hijos mucha libertad. Si llega a los extremos, simplemente obedezca a su hijo y déjele hacer lo que quiera.
La crianza ideal es vivir entre dos dimensiones. Estos padres no son ni particularmente cariñosos ni demasiado estrictos. No dominar al niño a voluntad ni someterse completamente a su control. Los padres dedican un amor muy apropiado a sus hijos y les proporcionan sólo el entorno y los cuidados necesarios para que puedan desarrollarse emocional, social y autónomamente de forma saludable.
Por este motivo, los estilos de crianza de los padres se pueden resumir en cuatro categorías.
Primero, la autocracia. Los padres tienen un fuerte sentido de responsabilidad moral y odian el hierro, pero ignoran las necesidades de sus hijos y a menudo utilizan órdenes y culpas para obligar a sus hijos a obedecer su voluntad.
Segundo, cariñoso. Este es el único camino para padres con personalidades "emocionales". Los padres no cumplen con sus responsabilidades educativas desde la perspectiva de las relaciones sociales, sino que tratan a sus hijos como pura propiedad privada y la educación de sus hijos como un asunto personal. Utilizan instintos biológicos excesivos para satisfacer las necesidades de sus hijos y son obedientes a sus hijos.
En tercer lugar, el laissez-faire. En otras palabras, cuando el método educativo autoritario no funciona, los padres desarrollarán decepciones como "no se puede tallar una madera muerta" y, a menudo, se impacientarán, odiarán a sus hijos y se darán por vencidos.
Cuarto, la democracia. Los padres pueden comprender completamente los intereses y demandas de sus hijos, a menudo brindarles información suficiente y efectiva y predicar con el ejemplo para guiar a sus hijos a tomar sus propias elecciones y decisiones, mientras que los padres muestran un entusiasmo tranquilo y un amor moderado.