En segundo lugar, los estudiantes internacionales pueden enfrentarse a un choque cultural. Necesitan adaptarse a los nuevos sistemas educativos, estilos de aprendizaje y normas sociales. Las diferentes filosofías educativas y métodos de enseñanza pueden hacer que se sientan confundidos y estresados. Además, las diferencias en las normas y valores sociales también pueden hacerlos sentir incómodos y confundidos.
Sin embargo, los estudiantes internacionales también tienen muchas experiencias positivas. Tienen la oportunidad de estar expuestos a diferentes culturas, pensamientos y conceptos y ampliar sus horizontes. Pueden hacer amigos de todo el mundo y aumentar la diversidad de las relaciones interpersonales. Además, los estudiantes internacionales pueden desarrollar sus pasatiempos y talentos participando en diversas actividades y clubes.
Financieramente, los estudiantes internacionales pueden tener que afrontar elevados gastos de manutención y tasas de matrícula. Es posible que necesiten trabajar para pagar sus gastos de subsistencia, lo que puede causarles cierto estrés y dificultades para gestionar el tiempo.
En general, para los estudiantes internacionales, vivir en el extranjero es una experiencia llena de desafíos y oportunidades. Necesitan adaptarse a un nuevo entorno y cultura, afrontar la soledad y la nostalgia y, al mismo tiempo, obtener un rico aprendizaje y oportunidades interpersonales. Esta experiencia les ayuda a crecer y desarrollarse, desarrollando su independencia y adaptabilidad.