Los murales para niños no son solo una forma para que los estudiantes se expresen, sino que también tienen valor cultural e influencia social. En primer lugar, enriquece hasta cierto punto la vida cultural del campus y las características culturales del campus, y refleja la búsqueda estética y la alfabetización cultural de los estudiantes. Además, el mural del niño también transmite un importante mensaje social y valores, como el cuidado del medio ambiente, la oposición a la violencia, el respeto a la vida, etc. Su aparición no sólo aporta disfrute estético al público, sino que también promueve la difusión y herencia de tendencias sociales de pensamiento.
Debemos tratar los murales de los niños con cautela y racionalidad. Por un lado, debemos respetar la autoexpresión y la innovación cultural de los estudiantes, darles espacio y oportunidades, apreciarlos y alentarlos. Por otro lado, también debemos prestar atención a la salud mental y la seguridad de los estudiantes y mantener eficazmente el orden armonioso del campus. Creo que sólo equilibrando estos dos aspectos de consideración y atención podrán los murales de los niños desempeñar el valor y papel que les corresponde y contribuir al desarrollo de la cultura del campus y a la mejora de la calidad integral de los estudiantes.