Los niños siempre apuntan a metas que están mucho más allá de sus capacidades. Después del fracaso, se volverán decadentes si reciben un golpe fuerte. Por ejemplo, si no tienes una buena base y quieres realizar un examen de ingreso de posgrado en una especialidad popular, ¿qué pensarán las chicas?

Esta situación puede reflejar las altas expectativas de los niños sobre sí mismos y su falta de capacidad para afrontar los reveses. Las niñas pueden intentar comunicarse con los niños para comprender sus verdaderas motivaciones, objetivos y dificultades, y brindarles apoyo, aliento y asesoramiento.

En primer lugar, las niñas pueden afirmar los esfuerzos de los niños, inspirarles confianza y perseverancia y brindar soluciones y sugerencias prácticas. Por ejemplo, ayude a un niño a desarrollar un plan de estudio viable, ayúdelo a encontrar recursos y métodos de aprendizaje adecuados o bríndele otro tipo de ayuda y apoyo práctico.

Al mismo tiempo, las niñas también deben tener cuidado de no ejercer demasiada presión o expectativas sobre los niños, para no aumentar su carga y frustración. Las niñas pueden brindar comentarios y sugerencias correctos para mantener a los niños con una actitud positiva y un estado emocional saludable mientras estudian.

Por último, las niñas también pueden sugerir que los niños busquen ayuda profesional, como asesoramiento sobre estudios, asesoramiento psicológico u otros recursos y apoyo adecuados, para ayudar a los niños a afrontar mejor los desafíos, desarrollar sus propias fortalezas y alcanzar sus objetivos. objetivos. .